La mano de Fátima actúa como un escudo, la herradura atrae la buena suerte y el ojo turco repele la envidia. En conjunto, este amuleto se convierte en un talismán que brinda protección, prosperidad y felicidad a quien lo lleva.
Cuando estos tres elementos se combinan en un mismo amuleto, se crea una poderosa protección contra las energías negativas.
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